lunes, 26 de marzo de 2012

Tema 3, Nueva cultura del aprendizaje






El avance de las nuevas tecnologías da lugar a un instrumento que consiste en un proyector de ultracorta distancia que puede convertir cualquier superficie en una Pizarra Digital Interactiva. Podremos utilizar la pared o una pizarra tradicional y transformarla en una PDI sin necesidad de instalar nada más, sólo tendremos que colgar el proyector y ya tendremos nuestra pizarra interactiva.










Podemos ver que según de las necesidades de las personas se han ido aumentando los tipos de aprendizajes que se enseñan. Aquí podemos encontrar una herramienta software creada para la conversión o traducción de texto a lenguaje de signos.
ITCL ha desarrollado el personaje virtual que en tiempo real permite visualizar los distintos signos y que los puede concatenar de forma suave.








Las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC) en la educación resultan esenciales para la superación y el logro de los aprendizajes a nivel académico en los estudiantes, además de suponer una adaptación y actualización al mundo en el que nos encontramos, es decir en este presente ya futuro.

Tema 3, Esquema del contenido


ESQUEMA DEL CONTENIDO


DEL APRENDIZAJE DE LA CULTURA A LA CULTURA DEL APRENDIZAJE

Dos mecanismos básicos de adaptación para diferenciarnos de otras especies:
- Programación genética: Permite desencadenar pautas conductuales muy complejas, sin apenas experiencia previa y con un alto valor de supervivencia, pero genera respuestas muy rígidas, incapaces de adaptarse a condiciones nuevas. Este mecanismo es básico de especies inferiores (invertebrados).
- Aprendizaje: Posibilidad de modificar las pautas de conducta ante los cambios que se producen en el ambiente. Resulta más flexible y eficaz a largo plazo. Es más característico de especies superiores, que deben enfrentarse a ambientes más complejos y cambiantes.
La capacidad de aprendizaje, junto con el lenguaje, también el humor, la ironia, la mentira, y algunas otras virtudes, constituyen el núcleo básico del acervo genético. Sin esas capacidades de aprendizaje no podríamos adquirir la cultura y formar parte de nuestra sociedad.


UNA BREVE HISTORIA CULTURAL DEL APRENDIZAJE

La historia del aprendizaje se remonta a unos 5.000 años atrás, naciendo el primer sistema de escritura conocido para reflejar las cuentas y transacciones agrícolas en tablillas de cera. Así nace la necesidad de la formación de escribas. Se crean las primeras escuelas en las que se practicaba el aprendizaje memorístico o repetitivo.
El aprendizaje tenía una función reproductiva, en la que el aprendizaje era el eco de un producto cultural relevante y costoso, que permitía con el paso del tiempo un avance en la organización social.
El conocimiento se descentraliza, a medida que el aprendizaje se difunde. La relación existente entre la cultura impresa y la secularización del conocimiento es muy estrecha y tiene poderosas consecuencias para la cultura del aprendizaje.


HACIA UNA NUEVA CULTURA DEL APRENDIZAJE: LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO

La crisis de la concepción tradicional del aprendizaje se debe principalmente a los cambios sociales, tecnológicos y culturales, ya que existe desajuste creciente entre lo que la sociedad pretende que sus ciudadanos aprendan y los procesos que pone en marcha para lograrlo.

·         La sociedad del aprendizaje
La generalización de la escolaridad obligatoria y gratuita en las sociedad es industriales, produce cambios notables en las demandas de aprendizajes por los contextos educativos, el aprendizaje se concibe como un fin en sí mismo.
El aprendizaje continúa más allá de los ámbitos educativos, ya que nuestra interacción cotidiana con la tecnología nos obliga a adquirir continuamente nuevos conocimientos y habilidades.
El ocio es también una industria floreciente para el aprendizaje. En nuestra cultura la necesidad de aprendizaje se ha extendido a casi todos los rincones de la actividad social. Es el aprendizaje que nunca cesa.
Otro rasgo de las sociedades del aprendizaje es la multiplicación de los contextos de aprendizajes y sus metas.
Las estrategias del aprendizaje deben ser uno de los contenidos fundamentales de la educación básica en las sociedades presentes y futuras.

·         La sociedad de la información
La demanda de un aprendizaje constante y diverso es consecuencia también del flujo de información al que estamos sometidos.
Las nuevas tecnologías de almacenamiento, distribución y difusión de la información permiten un acceso casi instantáneo a grandes bancos de datos, que contienen no sólo información escrita sino también información audiovisual, más inmediata y fácil de procesar.
Estamos en la sociedad de la información. Necesitamos información para sobrevivir, igual que necesitamos, alimento o calor. Nos alimentamos de información que nos permite predecir y controlar los acontecimientos de nuestro entorno. Pero de manera moderada, debemos ser capaces de dotarnos de nuevos procesos y estrategias de aprendizaje para adecuar la información.

·         La sociedad del conocimiento (descentrado)
Los cambios que se han producido en la organización social del conocimiento han favorecido la descentralización del mismo.
La perdida de la certidumbre alcanza a casi todos los órdenes de nuestra cultura.
La cultura del aprendizaje debe dar paso a una cultura de la comprensión, del análisis crítico, de la reflexión sobre lo que hacemos y creemos, y no sólo del consumo de creencias y modos de hacer llevados a cabo por otras personas.

jueves, 8 de marzo de 2012

Tema 2, Perfil Motivacional


PERFIL MOTIVACIONAL


Después de haber leído los apuntes del tema 2, considero que el método particular que personalmente llevo a cabo a la hora de la interacción, aceptación y procesamiento de estímulos e información, relacionado con el ámbito académico, se dirige a metas de ejecución, debido a que soy una persona que intenta conseguir quedar bien frente a los demás, tener éxito e incluso evitar el fracaso cuando realizo cualquier tarea.

A raíz de las preguntas que encontramos en el temario se me ha podido hacer más fácil la búsqueda de mi perfil motivacional, ya que todas las que coinciden conmigo de manera particular son las que están relacionadas con las metas de ejecución.

Tema 2, Comentarios 10 Blogs

1. Ana Gómez Martín
2. Cristina Palomo Echevarrieta
3. Rocio Dávila Tena
4. Daiva Dzekeviciute
5. María Fernández Yánez
6. Jessica Neto Canela
7. Angela Rodríguez de Castro
8. Mercedes Várgas García
9. Marta Olivares Callejo
10. Ana Rivera

martes, 6 de marzo de 2012

Tema 2, Determinantes motivacionales de la motivacion


DETERMINANTES MOTIVACIONALES DE LA MOTIVACIÓN


CONCEPTOS DESTACADOS:

Existe una amplia preocupación por evitar el alto porcentaje de alumnos que fracasan en el ámbito escolar. Interesa abordar la problemática desde dos cuestiones: cuales son las raíces de esa falta de motivación por la actividad escolar que se pone de manifiesto en tantos adolescentes, y  qué se puede hacer para motivar a los alumnos.
Las metas resultan esenciales para abordar estas cuestiones. Pueden ser de distintos tipos y su eficacia varía en función de la edad, de las experiencias escolares y del contexto sociocultural del alumno.


ESTUDIOS O INVESTIGACIONES:

La teoría clásica de la motivación de logro ha sido objeto de diversas críticas y modificaciones que han supuesto la consideración de la importancia de algunas de las restantes metas mencionadas (Dweck y Elliot, 1983; Nicholls, 1984) así como de la importancia motivacional de variables cognitivas tales como las atribuciones (Weiner, 1979, 1986) y la capacidad de autorregulación cognitiva (Kuhl, 1987), contexto en el que se han realizado algunos trabajos específicos en España con sujetos de edades comprendidas entre 12 y 18 años (Alonso Tapia y Sánchez Ferrer, 1986 y cap.2 de este volumen; Alonso Tapia, 1987 y cap. 5 de este volumen; Pardo Merino y Alonso Tapia, 1990; Montero, 1989).
Por otra parte, otro grupo de investigaciones realizadas en parte con adolescentes se han centrado en torno a metas tales como la búsqueda de la experiencia de autodeterminación (deCharms, 1976, 1984; Palenzuela, 1987) y el papel que otros valores y motivos, no relacionados intrínsecamente con el aprendizaje juegan en la determinación del grado en que los adolescentes y jóvenes se esfuerzan por conseguir los objetivos académicos y del nivel y tipo de profesión al que aspiran (Parsons y Goff, 1980).
Las investigaciones realizadas en la Unión Soviética han buscado sobre todo determinar los motivos característicos a distintas edades, su origen, ampliación e influjo en la actividad del sujeto (Leontiev, 1965; Bozhovich, 1978; Savonko, 1978; Bochkariova, 1978).
Desde la perspectiva de estos autores, cualquier actividad, incluidas aquellas que tienen como resultado inmediato el aprendizaje o la consecución de otros logros académicos, puede ser impulsada por distintos motivos. Por ello, estas investigaciones complementan de algún modo las realizadas por investigadores occidentales centradas en la evolución de motivos particulares  como  el  de  logro,  de  especial  relevancia para el aprendizaje escolar, pero que no determinan la única fuente de incentivos capaces de impulsar la actividad escolar.
Teoría  clásica de la motivación de logro, cuya formulación más estructurada se debe a Atkinson (Atkinson y Feather, 1966), y cuyos desarrollos más recientes se encuentran en Atkinson y Raynor (1974), Kuhl y Blankenship (1979), Gjesme (1981) y Arkes y Garske (1982). Distintos estudios han puesto de manifiesto la capacidad predictiva de la misma en relación con el rendimiento escolar en adolescentes y adultos (Atkinson y Raynor, 1974). No obstante, los resultados no han sido  siempre congruentes, lo que ha dado lugar a diversas críticas:
En primer lugar, es una teoría que restringe la visión de las metas que pueden influir en el esfuerzo que un sujeto pone en un momento determinado por conseguir un resultado, limitándolas a las metas relacionadas con el "yo".
En segundo lugar, a la hora de medir el deseo de éxito se confunden dos metas que son separables tal y como hemos podido comprobar en dos trabajos (Alonso Tapia y Sánchez Ferrer, 1986; Montero, 1989): el deseo de incrementar la propia competencia y el deseo de experimentar la consecución de un juicio positivo de competencia. Además, esta confusión lleva a enmascarar un hecho: la existencia de una relación "positiva" entre el deseo de conseguir un juicio positivo de competencia y el deseo de evitar el fracaso, al menos en los sujetos de edades comprendidas entre 12 y 15 años.
En tercer lugar, es una teoría que fracasa principalmente en la predicción del comportamiento de las mujeres, adolescentes y adultas (Parsons y Goff, 1980). Este hecho parece que se debe a una concepción errónea de los factores que confieren a una tarea su valor de incentivo, factores que Atkinson reduce al grado de desafío que supone la tarea, desafío que deriva de la percepción de su dificultad. Pero el incentivo que encierra el poder conseguir un resultado deriva de diversos factores que tienen que ver con distintas metas.
En cuarto lugar, el esfuerzo que los sujetos consideran que ponen en la realización de las tareas no depende exclusivamente del motivo del logro. De hecho, en nuestros estudios con adolescentes aparece como factor independiente, separado de los distintos motivos (Alonso Tapia y Sánchez Ferrer, 1986; Montero, 1989).
Weiner (1974, 1979, 1986; Alonso Tapia y Mateos Sanz, 1986) ha formulado y depurado una Teoría general de la motivación, en esta teoría podemos observar que el éxito y el fracaso dan lugar a respuestas emocionales positivas y negativas, respectivamente. Pero cuando las personas obtenemos resultados inesperados, negativos o de gran importancia para nosotros, tendemos a preguntarnos por las causas que los han determinado y a buscar respuesta a tales preguntas (Wong y Weiner, 1981; Alonso Tapia y pardo Merino, 1986).
De acuerdo con Peterson y Seligman (1987), y tal y como hemos podido comprobar en nuestros propios trabajos (Alonso Tapia y Sánchez García, 1986; Alonso Tapia, 1987; Montero y Alonso Tapia, 1987; Montero, 1989), el patrón de atribuciones más perjudicial en el que define lo que se considera como "indefensión". Los éxitos se atribuyen a causas externas, variables y no controlables. Este es un patrón que aparece claramente ya a partir de los 11-12 años. En consecuencia, lo que habría que hacer para mejorar la motivación de los estudiantes, según el propio Weiner (1979), es enseñarles a atribuir tanto éxitos como fracasos al esfuerzo, causa interna, presumiblemente variable y controlable.
Por otra parte, en nuestros propios trabajos realizados con sujetos de 12 a 15 años (Alonso Tapia y Sánchez García, 1986; Alonso Tapia y Arce Sáez, 1986; Alonso Tapia, 1987) y de 15 a 18 (Montero y Alonso Tapia, 1987; Montero, 1989) nos hemos encontrado con algunos hechos que ponen de manifiesto la insuficiencia de los planteamientos de Weiner.
Dweck y Elliot (1983) han estudiado de qué modo varía la forma en que los alumnos afrontan las tareas escolares según que su atención se centre en metas de aprendizaje -incrementar la propia competencia- (en adelante, MA) o de ejecución (metas relacionadas con el "yo") -conseguir quedar bien frente a otros, tener éxito, o evitar fracasar- (en adelante, ME). Incluso han propuesto un posible determinante de las diferencias observadas: la concepción que los sujetos tienen de la inteligencia.
Según estas autoras, es preciso diferenciar en relación con la motivación de logro dos metas dentro de lo que Atkinson consideraba como deseo de éxito, el deseo de aprender y el deseo de experimentar el éxito recibiendo un juicio positivo de competencia. Este hecho ha sido comprobado en nuestros propios trabajos (Alonso Tapia y Sánchez Ferrer, 1986; Montero y Alonso Tapia, 1987). Supuesta esta distinción, consideran además que se da una asociación, por un lado, entre concebir la inteligencia como un repertorio de conocimientos y habilidades que se puede incrementar mediante el esfuerzo, esfuerzo que se concibe o experimenta como una inversión rentable para incrementar la propia competencia, y la búsqueda de metas de aprendizaje. Y, por otro lado, entre concebir la inteligencia como algo estable cuya calidad se manifiesta en los logros de la propia actuación, en relación la cual el esfuerzo es un riesgo que puede poner de manifiesto una baja inteligencia, y la búsqueda de metas relacionadas con la ejecución.
A partir de nuestros propios estudios realizados con adolescentes de 11 a 18 años (Alonso Tapia, 1987; Montero, 1989; Pardo Merino, 1989) hemos comprobado no sólo que es preciso distinguir las metas señaladas a la hora de predecir los resultados académicos, sino también, que según busquen preferentemente uno u otro tipo de metas, los alumnos difieren en las atribuciones o justificaciones que tienden a dar a los logros que consiguen y en las expectativas que tienen de poder controlar la consecución de las metas académicas en línea con las sugerencias de Dweck y Elliot (Alonso Tapia, 1987; Montero y Alonso Tapia, 1987).


TIPOS DE METAS Y DEFINICIÓN:

·         Metas relacionadas con la tarea:
- Incrementar la propia competencia (aprender).
- Disfrutar con la realización de la tarea  por su novedad o porque se experimenta el dominio sobre ella.

·      Metas relacionadas con la libertad de elección: Hacer la tarea porque uno mismo -y nadie más- la ha elegido.

·         Metas relacionadas con el "yo":
- Conseguir una evaluación positiva de la propia competencia.
- Evitar una evaluación negativa de la propia competencia.

·         Metas relacionadas con la valoración social:
- Conseguir ser aceptado socialmente.
- Evitar ser rechazado socialmente.

·         Metas relacionadas con la consecución de recompensas externas:
- Conseguir cualquier cosa que pueda ser recompensante.
- Evitar cualquier cosa que pueda ser aversiva.

·         Metas de aprendizaje: incrementar la propia competencia.

·         Metas de ejecución: metas relacionadas con el "yo", consisten en conseguir quedar bien frente a otros, tener éxito, o evitar el fracaso.


RELACIÓN ENTRE ATRIBUCIÓN Y MOTIVACIÓN:

El éxito y el fracaso dan lugar a respuestas emocionales positivas y negativas, respectivamente. Pero cuando las personas obtenemos resultados inesperados, negativos o de gran importancia, tendemos a preguntarnos por las causas y  buscamos respuesta.
Las atribuciones recaen directamente en la motivación de los alumnos. Los éxitos se atribuyen a causas externas, variables y no controlables (patrón que aparece claramente ya a partir de los 11-12 años), lo que afecta de manera negativa a la motivación del alumno. Resultaría conveniente enseñar a los estudiantes a atribuir los éxitos y los fracasos a causas internas, variables y controlables, para mejorar su motivación.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Respuestas de las preguntas de Jessica Neto



1. Los profesores para que sus alumnos aumenten su esfuerzo diario pueden llevar a cabo estrategias que motiven al alumnado para que estos realicen las actividades y estén en clase con una buena disposición, estas estrategias consisten en fomentar en el alumnado habilidades que les lleven a mejorar sus técnicas de estudios para que los fracasos sean menores. Deben reforzar en todo momento positivamente al alumnado sin hacer hincapié en los fracasos que hayan realizado. Si fomentamos habilidades en el alumnado así como reforzamos positivamente las situaciones adecuadas, nuestros alumnos estarán motivados en clase, para ello resulta muy importante la actitud del profesor en clase, ha de ser ágil, dinámico y profesional.

2. El hecho de que los alumnos no lleguen a experimentar el fracaso no lo veo real, esto se debe a que los alumnos han de experimentar el fracaso para que posteriormente sientan la diferencia con respecto a la recompensa, la cual resulta una situación bastante más gratificante. Si el alumno solo llegase a experimentar recompensas no sabría que significaría el fracaso, y esto no resultaría positivo para él. El alumno debe fracasar, para saber qué es, así como para posteriormente poder realizar aprendizajes que satisfagan sus necesidades y se sienta realizado y recompensado.

3. Algunos alumnos buscan la aprobación de sus mayores porque necesitan sentirse bien además de sentir ese reconocimiento académico positivo ya que sienten más comodidad con este aspecto que con el sentimiento de amistad con los iguales, un perfil de esta cuestión la podemos atribuir al típico “empollón” de clase, este busca el reconocimiento de sus profesores, pero los demás niños le rechazan y por tanto no se siente cómodo con ellos.

Tema 1, Teorías de la Motivación

Mapa Conceptual